Bien: Palacio de Longoria.
Comunidad Autónoma: C. Madrid.
Provincia: Madrid.
Municipio: Madrid.
Categoría: Monumento
Fecha de Incoación: 04/06/1977
Fecha de Declaración: 24/10/1996
El autor de conocidas obras madrileñas como el Monumento a Alfonso XII en el parque del Retiro o el Edificio de la Equitativa (actual sede de Banesto), José Grases Riera, concibe en el verano de 1902 un palacio por orden del banquero Javier González Longoria, como edificio residencial y oficinas de trabajo dedicadas a su empresa. Las obras de construcción duraran dos años, hasta 1904, engendrando así uno de los edificios modernistas más importantes a nivel español y con una frecuente comparación con el fenómeno catalán. El edificio se desarrolla en dos alas de doble crujía con pasillo central en cada una de ellas y dos grandes salones que destacan por su originaria doble altura. El punto focal lo encontramos en el encuentro de dichas alas, creando un gran vacío en la parte central donde se ubica la escalera principal inspirada en la arquitectura modernista francesa y sobre la que se sitúa “la pieza arquitectónica más delicada e impresionante de todo el inmueble” un lucernario cenital de Casa Maumejean, como cita Santiago Fajardo en El Palacio de Longoria y su restauración de 1999.
La fachada del edificio se caracteriza por estar porticada y su expresionismo decorativo compuesto por motivos vegetales que se llevo a cabo mediante el modelado de piedra artificial, algo que económicamente resulta muy ventajoso y novedoso pero que por otro lado resulta muy degradante con el paso del tiempo y es lo que hizo responsable el deterioro del edificio que lo llevo a emprender la restauración de 1990 por la Sociedad General de Autores y Editores que en aquel momento contaban con su sede en el palacete. Esta restauración dirigida por el arquitecto Santiago Fajardo no es la única modificación que experimenta a lo largo de su historia; en el año 1912 el edificio fue comprado como residencia del presidente de la compañía Dental Española y se realizan modificaciones por García Nava; por otro lado en 1946 y dando fin a su periodo de uso residencial, el recinto se vende a Constructores Civiles para que en 1950 lo adquiera la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), en esta ocasión la modificación está en manos de Carlos Arniches; lo que ocasionara debido a tantas intervenciones la pérdida de sus características originales o acabados.
En definitiva, una obra arquitectónica declarada Bien de Interés Cultural en el año 1977 que con el paso del tiempo ha sufrido diferentes modificaciones y una última restauración finalizada en 1993, pero que nos muestra uno de los pocos encantos modernistas de Madrid o como lo definiría Santiago Fajardo: “…constituye uno de los más significativos ejemplos de arquitectura modernista que existen en nuestro país y el más singular de cuantos todavía perviven en Madrid.”, a pesar de que actualmente se caracterice principalmente por los numerosos artículos que lo ciernen sobre la desviación de fondos de los actuales directores de la sede. Y es aquí donde observamos numerosas noticias de medios públicos como Intereconomia con declaraciones del propio restaurador Santiago Fajardo “Teddy se protegía comprando silencios” o las encontradas en Publico.es, “La red de Neri gastaba en sus lujos el dinero de los autores”. Pero todavía queda recuerdo del arte que envuelve a la importancia del Palacio de Longoria reflejado en los medios de comunicación, donde periódicos como la Razón publican “Los estilos arquitectónicos que pasaron de puntillas por Madrid”, centrándose en el Palacio de Longoria como obra modernista por excelencia de Madrid y el blog Trendencias que hace un reportaje sobre Moisés Nieto y la moda primavera-verano del 2012 en el que según explica, los modelos de los estampados se inspiran en los motivos del palacio.
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